Alimentos para combatir el estres y la ansiedad
Alimentos para combatir el estres y la ansiedad
¿son buenos los plátanos para la ansiedad?
Los alimentos fermentados, como el miso, el tempeh, el chucrut y el kimchi, contienen probióticos, las bacterias amistosas que viven en el tracto gastrointestinal y ayudan a defenderse de los patógenos y microbios dañinos. Comer más probióticos puede ayudar a cuidar tu microbioma intestinal, beneficiando potencialmente esa conexión intestino-cerebro.
Las cerezas contienen antioxidantes como la quercetina, que puede ayudar a promover la sensación de calma. Comer más frutas y verduras en general también se ha relacionado con la disminución de los síntomas de ansiedad y depresión y el aumento de los niveles de felicidad. Algunos estudios han demostrado que comer cinco o más raciones al día ayuda a mejorar el estado de ánimo, aunque, según los Centros de Control de Enfermedades, sólo el 10% de los estadounidenses cumplen esa recomendación.
Su perfil de sabor amargo es polarizante para algunos, pero una investigación prometedora podría inclinar la balanza a favor de una golosina frecuente. Un estudio basado en una encuesta de 2019 publicado en la revista Depression & Anxiety sugiere que las personas que comen chocolate negro con regularidad son menos propensas a reportar síntomas depresivos. Si bien se necesita más investigación para confirmar cualquier causalidad debido al tamaño limitado del estudio, agregar una pequeña cantidad en su rutina ciertamente no puede hacer daño.RELACIONADO: 10 de las marcas de chocolate más saludables del mercado
La dieta contra la ansiedad pdf
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental más común en Estados Unidos. Son 40 millones de adultos -el 18% de la población- que luchan contra la ansiedad. La ansiedad y la depresión suelen ir de la mano, ya que aproximadamente la mitad de las personas con depresión también sufren ansiedad.
Las terapias y los medicamentos específicos pueden ayudar a aliviar la carga de la ansiedad, pero sólo un tercio de las personas que la padecen buscan tratamiento. En mi consulta, parte de lo que comento al explicar las opciones de tratamiento es el importante papel de la dieta para ayudar a controlar la ansiedad.
Además de las pautas saludables como llevar una dieta equilibrada, beber suficiente agua para mantenerse hidratado y limitar o evitar el alcohol y la cafeína, hay muchas otras consideraciones dietéticas que pueden ayudar a aliviar la ansiedad. Por ejemplo, los hidratos de carbono complejos se metabolizan más lentamente y, por tanto, ayudan a mantener un nivel de azúcar en sangre más uniforme, lo que genera una sensación de mayor calma.
Una dieta rica en cereales integrales, verduras y frutas es una opción más saludable que comer muchos carbohidratos simples que se encuentran en los alimentos procesados. El momento de comer también es importante. No te saltes las comidas. Hacerlo puede provocar bajadas de azúcar en la sangre que le hagan sentirse nervioso, lo que puede empeorar la ansiedad subyacente.
Alimentos que reducen las hormonas del estrés
El estrés es un problema común con el que todos tenemos que lidiar en algún momento de nuestras vidas. Hay muchos factores que provocan estrés en el cuerpo: presiones externas, como las responsabilidades laborales o familiares, e influencias internas, como lo que comemos y el funcionamiento de nuestros sistemas digestivo, inmunitario y nervioso.
La buena noticia es que hay muchos cambios sencillos en nuestro estilo de vida que pueden ayudarnos a controlar nuestros niveles de estrés. Sin embargo, si se siente abrumado, deprimido o con dificultades para afrontarlo, puede obtener ayuda: visite el sitio web del NHS o hable con su médico de cabecera.
Todas estas respuestas, conocidas como «lucha o huida», están diseñadas para ayudarnos a afrontar los retos físicos que amenazan nuestra supervivencia cuando nos enfrentamos al estrés (por ejemplo, cómo respondería nuestro cuerpo si nos persiguieran los leones). El problema es que, en la cultura actual de alto estrés, la respuesta al estrés permanece continuamente en alerta máxima y el cuerpo no tiene la oportunidad de recuperarse.
Las glándulas suprarrenales, situadas en la superficie superior e interna de cada riñón, producen las principales hormonas de respuesta al estrés: adrenalina, noradrenalina y cortisol. Con el tiempo, las glándulas suprarrenales pueden sobrecargarse de trabajo y tener dificultades para producir la cantidad adecuada de estas hormonas.
Alimentos que hay que evitar con la ansiedad
Los trastornos de ansiedad afectan a unos 40 millones de adultos y son la enfermedad mental más común en EE.UU. Aunque en muchos casos tomar algunas medidas naturales para combatir el estrés y la ansiedad puede ayudar enormemente, sólo un tercio de los que la sufren reciben algún tipo de tratamiento. Si usted está luchando, las investigaciones demuestran que simplemente incorporando a su dieta alimentos que reducen el estrés y la ansiedad, puede abordar los desequilibrios nutricionales que pueden estar empeorando sus síntomas de ansiedad.
La terapia nutricional maximiza nuestro potencial de salud realizando cambios nutricionales y de estilo de vida basados en nuestras necesidades individuales. La terapia nutricional, un enfoque respaldado científicamente para ajustar nuestra ingesta nutricional en función de nuestros puntos fuertes y desafíos únicos, es sólo un término que los nutricionistas y dietistas utilizan para describir un concepto poderoso y clásico: cómo dejar que los alimentos sean nuestra medicina. Para las personas que luchan contra la ansiedad, la incorporación de alimentos que reduzcan el estrés puede ser de gran ayuda.
Nuestro cerebro necesita un suministro constante de combustible. Los alimentos que comemos influyen directamente en la estructura y el funcionamiento de nuestro cerebro, así como en nuestro estado de ánimo. Cuando comemos alimentos nutritivos y de alta calidad que contienen muchas vitaminas y minerales, nuestro cerebro funciona mejor. Por el contrario, cuando comemos alimentos procesados y refinados, éstos favorecen la inflamación, el estrés oxidativo y los trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad.