Baja por ansiedad puedo viajar

Baja por ansiedad puedo viajar

Ansiedad al viajar fuera de casa

Viajar puede ser muchas cosas, incluso emocionante y divertido. Sin embargo, para algunas personas, salir de la ciudad significa enfrentarse a una mayor ansiedad. Si se siente nervioso o fuera de sí antes de un viaje, es posible que tenga ansiedad por las vacaciones.
Para muchas personas, la ansiedad vacacional es muy real y muy perturbadora. Aunque la ansiedad en las vacaciones no puede considerarse como un diagnóstico de salud mental propio, es bastante común que las personas que padecen un trastorno de ansiedad sientan que su ansiedad se dispara cuando se embarcan en un viaje o en unas vacaciones.
Como señala la Dra. Katharina Star en Very Well Mind, los viajes pueden ser un importante desencadenante de la ansiedad y los ataques de pánico. «Si tienes un trastorno de pánico, los ataques de pánico y los síntomas relacionados con la ansiedad podrían impedirte viajar. Estar en lugares nuevos y extraños, lejos de la seguridad de tu hogar, puede hacerte sentir inseguro. Además, puede tener miedo de que los demás sean testigos de su miedo y nerviosismo».
Casi todo el mundo ha experimentado el ajetreo (y las molestias) de los aeropuertos, las estaciones de tren o incluso una calle concurrida en medio de una ciudad. Ya sea el miedo a perder el equipaje o a no llegar a un vuelo de conexión, los viajes pueden ser un terreno fértil para la ansiedad.

La ansiedad en las vacaciones quiere volver a casa

Esta sección ofrece información sobre los trastornos de ansiedad. Explica los síntomas, los tratamientos y la forma de controlar un trastorno de ansiedad. Esta sección está dirigida a las personas con trastornos de ansiedad. Y a sus cuidadores, familiares y amigos.
Todos tenemos a veces sentimientos de ansiedad, preocupación y miedo. Pueden ser respuestas normales a determinadas situaciones. Por ejemplo, puede preocuparse por una entrevista de trabajo o por pagar una factura a tiempo. Estos sentimientos pueden hacerte consciente de los riesgos y de lo que debes hacer en una situación difícil o peligrosa. Esta reacción se conoce como «lucha o huida».
El cerebro responde a una amenaza o peligro liberando hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Aunque el peligro no sea real, estas hormonas provocan los síntomas físicos de la ansiedad. Una vez que la situación amenazante ha cesado, el cuerpo suele volver a la normalidad.
Pero si padeces un trastorno de ansiedad, estas sensaciones de miedo y peligro pueden ser continuas e interrumpir tu rutina diaria mucho después de que la amenaza haya desaparecido. Pueden hacerle sentir que las cosas son peores de lo que realmente son.

Tratamiento de la ansiedad en los viajes

Cuando está preparando un viaje, ¿alguna vez se siente inquieto? Tal vez quiera preguntarse si está ansioso o excitado. Las respuestas físicas a la excitación y la ansiedad son muy similares y se confunden fácilmente.
Los amigos suelen estar encantados de compartir sus historias de estos percances. Por ejemplo, uno de mis colegas llegó a una conferencia habiendo empacado sólo sus zapatos, ropa interior y folletos para una presentación. Ni que decir tiene que se fue de compras en cuanto se dio cuenta de que tenía muy poco que desempaquetar.
También hay otras preocupaciones, como la de marearse en el coche o tener claustrofobia. La ansiedad anticipatoria también puede estar causada por noticias recientes sobre un accidente de avión o un descarrilamiento de tren, o incluso por el mal tiempo que afecta al viaje.
Independientemente del método de viaje, las personas pueden sentirse ansiosas al emprender un viaje. A algunas personas les parece bien viajar en avión, pero la idea de un viaje largo en coche les aterra. Otros temen quedarse atrapados en medio del océano si van a hacer un crucero.

Ansiedad por viajar durante el covid

Siempre me ha gustado viajar y he tenido la suerte de visitar un sinfín de destinos fabulosos, desde Nairobi hasta Nevada o Nueva Orleans. Sin embargo, la parte de ir y volver del destino ha sido a veces tan estresante que en ocasiones he estado tentada de cancelar el viaje.
Soy una empacadora terrible, que se la pasa pensando en qué artículos llevar y cuáles dejar. A esto se suma el miedo a olvidarme de incluir lo esencial, o a que si tengo que facturar una maleta se pierda en el camino.
Temo los retrasos, y el temor aumenta cuando hay una conexión de viaje apretada. Luego está la inevitable presión por terminar mi trabajo antes de salir, además de experimentar una nostalgia preventiva por mi dulce perro, Shea (que está bien cuidado y apenas nota mi ausencia).
En vacaciones, el temor previo al viaje aumenta, sabiendo que nos esperan carreteras atascadas, aviones superpoblados, estaciones y hoteles. En 2007, el Dr. David Lewis, neuropsicólogo inglés, comparó el paso por el aeropuerto de Heathrow con el hecho de enfrentarse a unos disturbios3. El año pasado, mi paciente *Ann canceló su viaje de Navidad para visitar a la familia porque temía sentirse abrumada y claustrofóbica por las multitudes.

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