Trastorno límite de la personalidad: tratamientos

Trastorno límite de la personalidad: tratamientos

Decir no a alguien con trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad es una enfermedad marcada por un patrón continuo de variación del estado de ánimo, la imagen de sí mismo y el comportamiento. Estos síntomas suelen provocar acciones impulsivas y problemas en las relaciones. Las personas con trastorno límite de la personalidad pueden experimentar episodios intensos de ira, depresión y ansiedad que pueden durar desde unas horas hasta días.
Las personas con trastorno límite de la personalidad pueden experimentar cambios de humor y mostrar incertidumbre sobre cómo se ven a sí mismas y su papel en el mundo. Como resultado, sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente.
Las personas con trastorno límite de la personalidad también tienden a ver las cosas de forma extrema, por ejemplo, todo bueno o todo malo. Sus opiniones sobre otras personas también pueden cambiar rápidamente. Un individuo que un día es visto como un amigo puede ser considerado un enemigo o un traidor al día siguiente. Estos sentimientos cambiantes pueden conducir a relaciones intensas e inestables.
No todas las personas con trastorno límite de la personalidad experimentan todos los síntomas. Algunos individuos experimentan sólo unos pocos síntomas, mientras que otros tienen muchos. Los síntomas pueden desencadenarse por acontecimientos aparentemente ordinarios. Por ejemplo, las personas con trastorno límite de la personalidad pueden enfadarse y angustiarse por pequeñas separaciones de personas a las que se sienten cercanas, como los viajes de negocios. La gravedad y la frecuencia de los síntomas, así como su duración, varían en función del individuo y de su enfermedad.

Nuevo fármaco para el trastorno límite de la personalidad

La terapia conversacional suele ser la primera opción de tratamiento (a diferencia de otras enfermedades en las que la medicación suele ser lo primero). Para que la terapia sea eficaz, las personas deben sentirse cómodas y confiar en su terapeuta.
Algunos síntomas del TLP son más fáciles de tratar que otros. El miedo a que los demás se vayan, las relaciones intensas e inestables o los sentimientos de vacío suelen ser los más difíciles de cambiar. Las investigaciones demuestran que el tratamiento es más eficaz para disminuir la ira, los intentos de suicidio y las autolesiones, además de ayudar a mejorar el funcionamiento general y la adaptación social.
Las personas cuyos síntomas mejoran pueden seguir teniendo problemas relacionados con trastornos concurrentes, como la depresión, el abuso de sustancias, los trastornos alimentarios o el trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, las investigaciones sugieren que los síntomas completos del TLP rara vez vuelven a aparecer después de la remisión.
La terapia dialéctica conductual (TDC) se centra en el concepto de atención plena, o sea, prestar atención a la emoción presente. La TDC enseña habilidades para controlar las emociones intensas, reducir el comportamiento autodestructivo, gestionar la angustia y mejorar las relaciones. Busca un equilibrio entre la aceptación y el cambio de conductas. Este enfoque proactivo de resolución de problemas fue diseñado específicamente para tratar el TLP. El tratamiento incluye sesiones de terapia individual, entrenamiento en habilidades en un entorno de grupo y entrenamiento telefónico según sea necesario. La TDC es el tratamiento más estudiado para el TLP y el que ha demostrado ser más eficaz.

Test de trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad es una enfermedad marcada por un patrón continuo de variación del estado de ánimo, la imagen de sí mismo y el comportamiento. Estos síntomas suelen provocar acciones impulsivas y problemas en las relaciones. Las personas con trastorno límite de la personalidad pueden experimentar episodios intensos de ira, depresión y ansiedad que pueden durar desde unas horas hasta días.
Las personas con trastorno límite de la personalidad pueden experimentar cambios de humor y mostrar incertidumbre sobre cómo se ven a sí mismas y su papel en el mundo. Como resultado, sus intereses y valores pueden cambiar rápidamente.
Las personas con trastorno límite de la personalidad también tienden a ver las cosas de forma extrema, por ejemplo, todo bueno o todo malo. Sus opiniones sobre otras personas también pueden cambiar rápidamente. Un individuo que un día es visto como un amigo puede ser considerado un enemigo o un traidor al día siguiente. Estos sentimientos cambiantes pueden conducir a relaciones intensas e inestables.
No todas las personas con trastorno límite de la personalidad experimentan todos los síntomas. Algunos individuos experimentan sólo unos pocos síntomas, mientras que otros tienen muchos. Los síntomas pueden desencadenarse por acontecimientos aparentemente ordinarios. Por ejemplo, las personas con trastorno límite de la personalidad pueden enfadarse y angustiarse por pequeñas separaciones de personas a las que se sienten cercanas, como los viajes de negocios. La gravedad y la frecuencia de los síntomas, así como su duración, varían en función del individuo y de su enfermedad.

Tratamiento basado en la evidencia para el trastorno límite de la personalidad

La terapia conversacional suele ser la primera opción de tratamiento (a diferencia de otras enfermedades en las que la medicación suele ser lo primero). Para que la terapia sea eficaz, las personas deben sentirse cómodas y confiar en su terapeuta.
Algunos síntomas del TLP son más fáciles de tratar que otros. El miedo a que los demás se vayan, las relaciones intensas e inestables o los sentimientos de vacío suelen ser los más difíciles de cambiar. Las investigaciones demuestran que el tratamiento es más eficaz para disminuir la ira, los intentos de suicidio y las autolesiones, además de ayudar a mejorar el funcionamiento general y la adaptación social.
Las personas cuyos síntomas mejoran pueden seguir teniendo problemas relacionados con trastornos concurrentes, como la depresión, el abuso de sustancias, los trastornos alimentarios o el trastorno de estrés postraumático. Sin embargo, las investigaciones sugieren que los síntomas completos del TLP rara vez vuelven a aparecer después de la remisión.
La terapia dialéctica conductual (TDC) se centra en el concepto de atención plena, o sea, prestar atención a la emoción presente. La TDC enseña habilidades para controlar las emociones intensas, reducir el comportamiento autodestructivo, gestionar la angustia y mejorar las relaciones. Busca un equilibrio entre la aceptación y el cambio de conductas. Este enfoque proactivo de resolución de problemas fue diseñado específicamente para tratar el TLP. El tratamiento incluye sesiones de terapia individual, entrenamiento en habilidades en un entorno de grupo y entrenamiento telefónico según sea necesario. La TDC es el tratamiento más estudiado para el TLP y el que ha demostrado ser más eficaz.

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